Desde que me levanté estoy alterada. Nada grave. Le mando dos mails a una amiga que se peleó con el novio y le digo las cosas que a mi me gustaría que me dijeran. No, no me refiero a "todo se va a solucionar", sino a "me parece que ese pibe se tiene que hacer cargo de lo que le pasa y dejar de boludearte". No utilizo la expresión "boludear" porque es un poco fuerte, pero sí uso el "hacerse cargo". Lo veo como un patán, leo sus palabras y son las mismas que escuché durante cuatro años, con alguien que nunca se hacía cargo. Proyecto, seguramente. No quiero que sufras bonita, no te lo merecés.
Voy a un blog y me parece por demás desagradable lo que escribe el autor. Me pregunto por qué no es un poquito mas sutil. Por qué tanto odio, tanto resentimiento. O sea: hay maneras y maneras, y el autor eligió la peor.
Voy a otro blog y leo un poema que me deja pensando. Me pone un poco melancólica. A mi en general los poemas me la soban, no los entiendo, creo que carezco de la sensibilidad necesaria para que me toquen. Pero con ésto me pasó al revés. Tenía un cigarrillo en la mano mientras leía, que se consumió solito. Me quedé perpleja, me pregunté qué le pasaba al que escribió eso, me pregunté qué le pasa al que lo transcribió. Me da intriga, me dan ganas de escuchar, hablar, abrazar a alguien que no conozco. Entender por qué.
Le digo a mi amigo Horacio: "Horacio, hoy estoy mala mala mala", y además pienso, pero no lo digo, que hoy siento que todos los hombres son medio chotos, y no sé bien por qué, porque yo siempre les hago el aguante, los quiero, entiendo, escucho, perdono, etcétera. Pero hoy no. ¿Y sabés por qué hoy no? Me di cuenta hace un ratito: porque hoy está ideal para hacer cucharita. Y teniendo en cuenta que la única cucharita que puedo hacer es con una almohada, mejor pienso que son unos patanes, histéricos, desubicados, etcétera. No sé. Onda mecanismo de defensa.
Voy a un blog y me parece por demás desagradable lo que escribe el autor. Me pregunto por qué no es un poquito mas sutil. Por qué tanto odio, tanto resentimiento. O sea: hay maneras y maneras, y el autor eligió la peor.
Voy a otro blog y leo un poema que me deja pensando. Me pone un poco melancólica. A mi en general los poemas me la soban, no los entiendo, creo que carezco de la sensibilidad necesaria para que me toquen. Pero con ésto me pasó al revés. Tenía un cigarrillo en la mano mientras leía, que se consumió solito. Me quedé perpleja, me pregunté qué le pasaba al que escribió eso, me pregunté qué le pasa al que lo transcribió. Me da intriga, me dan ganas de escuchar, hablar, abrazar a alguien que no conozco. Entender por qué.
Le digo a mi amigo Horacio: "Horacio, hoy estoy mala mala mala", y además pienso, pero no lo digo, que hoy siento que todos los hombres son medio chotos, y no sé bien por qué, porque yo siempre les hago el aguante, los quiero, entiendo, escucho, perdono, etcétera. Pero hoy no. ¿Y sabés por qué hoy no? Me di cuenta hace un ratito: porque hoy está ideal para hacer cucharita. Y teniendo en cuenta que la única cucharita que puedo hacer es con una almohada, mejor pienso que son unos patanes, histéricos, desubicados, etcétera. No sé. Onda mecanismo de defensa.
1 comentario:
Yo desde que te conozco, te rebanco y te entiendo...Pero la mejor cucharita es la de dulce de leche...
gaby
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