viernes, 25 de enero de 2013

¿Y si lo mio es el fracaso?

Yo lo intenté. De verdad me lo propuse, pensé qué quería y pensé que podía lograrlo. Hoy me pregunto: ¿y si lo mio es el fracaso? ¿y si en realidad no tengo ningún tipo de talento ni para escribir ni para recomendar películas ni para recomendar series ni para comentar libros ni para tener una mirada más profunda sobre las cosas? ¿y si en realidad soy esto y nada más?

Hacía dos meses que no escribía acá y no era por no tener cosas para decir sino porque me cansé. Yo empecé este blog y el blog de películas para que eso sea un paso intermedio a otra cosa y después de casi cinco años sigo prácticamente en el mismo lugar. Y de nuevo: ¿no hice los contactos que tenía que hacer? ¿no fui lo suficientemente proactiva? ¿y si estoy en el mismo lugar porque lo que tengo para ofrecer no es suficiente para nada o para nadie? Y de nuevo: ¿y si lo mio es el fracaso?

Quise volver y varias veces volví y después me volví a ir: la era de los blogs terminó hace rato. Quise relanzar Mínima Cinematográfica la semana pasada, quedó muy lindo, sí, pero enseguida el entusiasmo se me esfuma y queda esto, una angustia espantosa, la sensación de que podría hacer más pero no lo hago porque ya lo hice y no funcionó muy bien. Qué enroscada estoy hoy.

Lo que no quiero es que se malinterprete: yo soy feliz. Soy muy querida, tengo grandísimos amigos, tengo un novio con el que vivo y siempre me hace reír, todos los que me rodean me dan muchísimo cariño. Tengo un trabajo que me encanta. Yo me siento a editar y la paso bien, me divierto cuando hago un corte lindo y me enojo cuando reviso algo que edité el día anterior y parece cortado con los dientes. Me voy a ir de viaje a Europa y es un viaje que vengo esperando desde que tengo 15 años. Pero yo quería algo más. Y hasta ahora no lo logré. Y hoy, que es pleno verano pero parece otoño y a mi los otoños siempre me angustian y me ponen melancólica, me pregunto: ¿y si lo mio es el fracaso?

Suponiendo que sí, es fracaso, sirvo para editar televisión y nada más, listo: ¿y si por todo esto termino siendo una resentida? Creo que tengo más miedo a volverme resentida que al fracaso mismo. Yo no quiero que el resentimiento sea mi forma de ver el mundo.

No busco consuelo. No busco que nadie me diga si sabés lo que querés y trabajás para eso vas a poder. Yo eso ya lo conozco aunque hoy este así y me olvide. Yo vuelvo acá porque este sigue siendo mi refugio. Porque acá yo empecé escribiendo siendo una tontita que no creía en sí misma, que hablaba pavadas y que no se valoraba y cambié y soy esto que no sé bien qué es, pero es mejor.