jueves, 10 de septiembre de 2009

De colores, muertos y criaturas

Anoche miraba "Six feet under" y pensaba, o me daba cuenta, que algunos días me siento especialmente anestesiada con el tema muerte. No es que no le tengo miedo. Un poco sí, pero no tanto como cuando era chiquita, y me figuraba que en cualquier momento en cualquier lugar venía una señora vieja, pálida, con los pelos canosos y largos, un vestido negro y te llevaba. Miraba los cuerpos muertos, y no me daban impresión, y casi no lloré, aun siendo la persona mas llorona que he conocido en toda mi vida.

Después pensaba un poco en los colores. Por qué el final del túnel es blanco, por qué tenemos que conducirnos al blanco cuando nuestra vida acaba de oscurecerse. Y también reflexioné sobre el por qué del negro como luto. Quiero decir: yo me la pasao vestida de negro y no por eso estoy de luto. Por qué la asociación de los colores con algo en particular. Por qué el rojo pasión, verde esperanza, amarillo unisex. Me resulta hasta aburrido de lo anticipado que es: rosa si es nena, celeste si es nene.

Y pensando en eso de los colores de los nenes y las nenas, me pregunté si alguna vez seré mamá. Por suerte, esas ideas locas pasan de largo por mi cabeza, dejándome una solita pregunta: ¿Te acordás cuando pensabas que el señor que vivía con vos iba a ser el padre de tus hijos?

Y no, la verdad es que por suerte mucho no me acuerdo. Debe ser, mas que nada, que el tiempo invertido en eso, proporcionalmente fue muchísimo menor que el tiempo pasado -literalmente y para que se entienda- como el ojete.

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