Leo el cuento y me pongo nerviosa. Siempre me pongo nerviosa cuando tengo que leer en voz alta, pero ésta vez es especial: siento que es una de las peores cosas que escribí en mi vida, y cito a Leo Mattioli. Es un combo feroz. Termino de leer, y siempre están esos treinta segundos en que nadie dice nada, y una no sabe si el silencio es incómodo, compasivo, o tímido. En ese silencio, siempre prendo un cigarrillo y meto una pastilla de mentol en mi boca (en dos horas como mas pastillas de mentol que las que ingiero es toda la semana). Empiezan. A mi las manos me tiemblan, y temo que se note. Siento que el cigarrillo se me va a caer, ¿tendré Parkinson?, terminé de leer hace algunos minutos, y me hago la que voy absorviendo los comentarios, pero sólo pienso que no se me caiga el cigarrillo, que no se me caiga el cigarrillo, y además me doy cuenta: estoy mas nerviosa que cuando leí. Aun sabiendo que el cuento, medianamente, gustó. Las cosas, en general, las observaciones, siempre incluyen "hace ruido", algo relacionado con el conflicto y otra cosa de la estructura. Uno de los profesores siempre arranca con un "me gustó" de tono dudoso, el otro con un "a ver".
(Update: mi perro amigo me dice: "Agregaría que a uno de los profesores, si le gustó en serio, ni bien terminás de leer dice bien o muy bien". Ay perro, qué haría sin ti).
Gustan del personaje. Le creen. Ya lo dije hace un par de semanas: a mi me gusta inventar personajes, y conozco a mis personajes. Y no lo digo en voz alta, porque no creo que sea muy interesante, y no quiero que se me tilde de pelotuda. Acato. Anoto. Ya no estoy tan nerviosa. Les hace ruido la presencia de la madre en el cuento. A casi todos. A mi me parece de lo mas natural. Ese personaje hablaría con su madre esas cosas, lo juro. De hecho, vuelvo a casa, y chequeo en mi facebook el perfil del señor en quien está inspirado el cuento: en el muro, su última publicación, está dirigida a la madre, y dice asi: "Mamá, la farmacéutica me dio su número de teléfono!! Soy feliz!!".
Tomen, chicos.
(Update: mi perro amigo me dice: "Agregaría que a uno de los profesores, si le gustó en serio, ni bien terminás de leer dice bien o muy bien". Ay perro, qué haría sin ti).
Gustan del personaje. Le creen. Ya lo dije hace un par de semanas: a mi me gusta inventar personajes, y conozco a mis personajes. Y no lo digo en voz alta, porque no creo que sea muy interesante, y no quiero que se me tilde de pelotuda. Acato. Anoto. Ya no estoy tan nerviosa. Les hace ruido la presencia de la madre en el cuento. A casi todos. A mi me parece de lo mas natural. Ese personaje hablaría con su madre esas cosas, lo juro. De hecho, vuelvo a casa, y chequeo en mi facebook el perfil del señor en quien está inspirado el cuento: en el muro, su última publicación, está dirigida a la madre, y dice asi: "Mamá, la farmacéutica me dio su número de teléfono!! Soy feliz!!".
Tomen, chicos.
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