jueves, 29 de octubre de 2009

Educando al contador de chistes

Están los tres en la cocina. La madre plancha. El padre lee el diario. La hija (mi amiga), mira televisión. Comentan alguna pavada. El padre lanza un chiste al aire. Nadie se ríe. Mi amiga cambia de canal, la madre cuelga una camisa en la percha. El padre insiste con el mismo chiste. Mi amiga cambia de canal, la madre cuelga otra camisa en otra percha. El padre, terco, vuelve a repetir el chiste.

La madre: Yo no sé si vos te diste cuenta, pero con tu hija nos estamos haciendo las boludas respecto de ese chiste.
Hija: Papá, si en la primera nadie se ríe podés repetirlo para asegurarte que te escucharon, si en la segunda no se rien es porque no es gracioso.
La madre: Y ese chiste no era gracioso. Lo dijiste dos veces, nadie se rió, te hacés el pelotudo y cambiás de tema automáticamente.
Hija: No insistís.

Es una de mis familias preferidas en el mundo entero.

3 comentarios:

Dolo dijo...

muy bien, hay que educar a la gente!!! besoo y gracias por los consejos. besooo D

maru dijo...

de nada por los consejos. y andá a salir con ese muchacho por favor!!

GEF dijo...

jajajajajaa!!!! te quiero!!!