jueves, 1 de octubre de 2009

Señales III

Ya que hablamos de infidelidades, sincerémonos. Todos fuimos infieles alguna vez, asi como todos fuimos adornados alguna otra. Y a no confundir: yo tuve un debate interno durante mucho tiempo y pude (-¿pudiste? -sí, te juro, pude) resolverlo. Lo molesto, decepcionante y triste es la mentira. Lo feo es que nadie se haga cargo. Eso es traición. Las cosas claras, por favor. No me prometas algo que no vas a poder cumplir. Bancátela. ¿No podés ser fiel? Decilo. La fidelidad no debería ser una obligación, sino algo que se hace porque se siente, o se quiere. No hay nada mas decepcionante en la vida que mirar a los ojos a alguien y saber que te está mintiendo. Nada. Te lo digo por experiencia, porque la parí mucho tiempo. ¿Ser infiel es tu deporte favorito? ¿El que mejor jugás? Está perfecto, no te juzgo, jamás podría hacerlo. Sé claro, sincero con vos mismo, sincero con quien estés. Establezcamos acuerdos, digamos qué cosas sí y qué cosas no, pero no la juegues de novia/o perfecta/o y te des vuelta a tocar culos indiscriminadamente. No seas cobarde. Hacete cargo.

No hay comentarios: