sábado, 10 de octubre de 2009

Balompié

No me gusta el fútbol por una sola razón: la única vez que jugué metí un gol en contra. Sin embargo, cada vez que el grito de un gol retumba en el patio de mi casa, se me pone la piel de gallina. Recién sucedió eso. Y me dio un poco de bronca que no me gustara el fútbol.

Y sucedió otra cosa: me encuentro hace cinco minutos tarareando "Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta no va al mundial". Temo pasarme la noche cantando eso. Están avisados.

1 comentario:

JuanM dijo...

Genial.
Solo eso.
Increíble.