sábado, 19 de marzo de 2011

Desayuno en la cama

Vivir solo y querer desayunar en la cama es una combinación que no funciona. Para desayunar en la cama tenés que levantarte sí o sí, prepararte todo y volver a acostarte con la bandeja lista. Es un quilombo.

Y ni te cuento si se te ocurre querer una facturita o un bizcochito de tu panadería amiga: una vez que te calzaste unos pantalones y saliste a la calle, volver a meterte en la cama va a parecerte un desperdicio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no encuentra quien le prepare el desayuno???

Anónimo dijo...

deberíamos tener robots

Anónimo dijo...

Pero si te cuesta levantarte, es un buen incentivo ;)

Anónimo dijo...

Yo me ofrezco! ;)

Te cobro una factura de comisión nomás! (?)

Ceci dijo...

Tal cual!!!! Lo que daría por tener a alguien que baje a comprarme los criollos así yo puedo quedarme tapada en la cama!

SOL dijo...

Por eso, hay que ser previsora e ir a comprar las facturas o los bizcochitos el sábado a la tarde :p

una piba dijo...

concuerdo con el de los robots!