martes, 17 de febrero de 2009

No... bueno, sí

No sé decir NO. Siempre termino accediendo a lo que sea, aunque por dentro sepa que no puedo, o que no quiero.

"¿Te quedás conmigo hasta las seis de la mañana mientras termino esto?" "Sí, claro".
"¿Venís a trabajar el fin de semana para entregar esto?" "Sí, por supuesto".

Así toda la vida. En eso, por ejemplo, es que soy idéntica a papá. Papá tampoco sabe decir que no. Es un ser extremadamente bueno, que a veces puede pasar por boludo. Pero no lo es, sólo que no sabe decir que no. Como yo, que termino llorando sola mientras trabajo el domingo porque no quiero estar ahí, porque necesito un poco de aire fresco, porque siento impotencia, porque estoy enojada conmigo, porque no puedo decir que no.

Mamá, en cambio, es ideal para decir que no. Ante el primer signo de interrogación, siempre dice "No", después escucha lo que querías preguntar, después vuelve a repetir "No". Es aburrido, porque tanto ella como mi papá y yo somos previsibles en ese aspecto. Uno sabe que mamá siempre dice que no y que nosostros siempre decimos que sí.

Creo que si un día tengo hijos, van a ser terriblemente mal educados. Porque si no puedo decirlo NO a un jefe, mucho menos a mis hijos. ¿No?

2 comentarios:

El Chancho dijo...

tener hijos a veces es una consecuencia de no saber decir que NO (¿?)

maru dijo...

es cierto, por eso voy a aprender a decir que no