martes, 4 de enero de 2011

En un momento de la vida se me dio por el turquesa: ojotas turquesas, musculosas turquesas, colitas de pelo turquesas, collares turquesas, todo turquesa. No recuerdo bien si fue hace cinco años o diez, lo que sí sé es que la resaca de esa turquemanía tiene forma de dos pares de ojotas i-gua-les y varias colitas de pelo, adivinaste, turquesas. No combino a propósito ojotas y colita de pelo, como pregunta alguien en el post tan deportivo que tiré ayer: simplemente es el resto de mi manía por el turquesa. Manía que sé aberrante y bastante demodé pero que me hace recordar a una época que era la mar de la felicidad. Casi como ahora.

5 comentarios:

El_Negro dijo...

COMBINADA A PROPÓSITO O DE CASUALIDAD...TAS RE LINDA CORAZÓN!!!!!!...aguante el turquesaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!

Pau Go dijo...

A mi me agarró por el fucsia. Todavía quedan restos de eso...

Nuri148 dijo...

El turquesa es un color raro... a veces se ama, a veces se detesta, rara vez deja indiferente (y digo "a veces", no "algunos"... pq la misma persona puede amarlo u odiarlo, o amar cierto tono de turquesa y odiar otro).

Chuck Norris dijo...

che, masa, los colores del blog son casi turquesa... para el ojo del hombre son turquesa.. porque el turquesa lo vemos azul, y el celeste, también, como la compu a 16 colores que tenía de pendex

Anónimo dijo...

yo también tuve el mismo enamoramiento por un color! creo que tenía 10 años. recuerdo mis toppers color turquesa, y mi buzo cangurito. Y aunque mi vieja no quería encima me ponia un joggin turquesa. en serio.