miércoles, 8 de junio de 2011

Yo también fui una mujer-niña y por eso me repelen las mujeres-niñas

No me gustan las mujeres-niñas. No me refiero a las que hablan como bebés porque eso ya está más allá de toda mi comprensión, estoy hablando de las que se comportan como niñas con sus parejas. Que reclaman atenciones como si sus parejas fueran sus padres y no sus pares (¿será la diferencia de una letra la que trae la confusión?). No me gusta que las mujeres-niñas hagan caprichito por cualquier cosa y que pidan como si fueran un nene empacado que llora y grita "comprame comprame comprame". No me gustan las mujeres-niñas por varios motivos, pero especialmente porque se colocan en una posición en la que necesitan protección, en la que necesitan ser defendidas de algo que no sé si alguna puede identificar. No me gusta esa posición de hija víctima aplicada a una pareja (aplicada a la familia no sé, tendría que pensarlo un poco). No me gusta porque esa posición implica que el otro es quien tiene que protegerla y cuidarla, como si ella no fuera una mujer de equis cantidad de años que puede cuidarse y protegerse a sí misma. Y del otro lado, por supuesto, no me banco a las parejas de las mujeres-niñas que adoptan el rol paternal (o maternal) y las cuidan y defienden de algo que, repito, no saben ni ellos mismos qué es.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente, porque tuve una novia así. No sé si sucede siempre, pero en el caso concreto de mi ex, nunca entendió los motivos (similares a tus argumentos) que le expuse.

Paula dijo...

En la carrera que estudio se les dice histéricas y se las caracteriza por la demanda. En mi fuero interno se les dice conchudas y se las caracteriza como la vergüenza del género.

M dijo...

Yo conozco varias, pero el termino que usas es muy practico, no lo conocia :D

Pepita dijo...

De ellas mismas será?

Eli dijo...

Y en mi carrera a eso se le dice "violencia simbólica". Pierre se haría un festín de dichos especímenes.

Anónimo dijo...

Los relatos antiguos aggiornados (Disney, pixar, etcetc) perpetuan en gran parte ese imaginario machista de la niña princesa a la espera a un príncipe que la defienda y la salve. Cabe preguntarse de que mounstros o males debería hacerlo...

En mi camino-yo no corro ni quiero premios :)- se dice todavía hay mucho prejuicio y violencia de género.

salute
Zin

Vebu dijo...

Es que esas cosas matan el romance y el erotismo. ¿Quién podría sentirse atraído como hombre frente a una hija simbólica? Digamos que es algo que no se puede sostener en el tiempo, porque es un tipo de vínculo enfermizo.
El miedo a caer en eso me dificulta tremendamente pedir ayuda o dejarme ayudar por el hombre que me acompaña en la vida. Es una delgada línea la que separa la demanda del pedido apropiado en una situación concreta y, digamos, asertiva. Calculo que si se trata de algo que le pedirías a un amigo en una situación puntual está bien, pero el halo de "necesito protección constante", como si el otro fuera un desodorante Rexona 24, es lo que no funciona.

Se trata de tener autoestima; cuanta más tenés, más segura y autosuficiente te sentís.

Por otra parte, mi tendencia fue ser la mamá de niños-hombre (por suerte, ya no) y eso es tan feo como lo que describís. Por algo se llama "pareja", no?

Un beso, M. Me hiciste pensar un poquito.

Vebu dijo...

Es que esas cosas matan el romance y el erotismo. ¿Quién podría sentirse atraído como hombre frente a una hija simbólica? Digamos que es algo que no se puede sostener en el tiempo, porque es un tipo de vínculo enfermizo.
El miedo a caer en eso me dificulta tremendamente pedir ayuda o dejarme ayudar por el hombre que me acompaña en la vida. Es una delgada línea la que separa la demanda del pedido apropiado en una situación concreta y, digamos, asertiva. Calculo que si se trata de algo que le pedirías a un amigo en una situación puntual está bien, pero el halo de "necesito protección constante", como si el otro fuera un desodorante Rexona 24, es lo que no funciona.

Se trata de tener autoestima; cuanta más tenés, más segura y autosuficiente te sentís.

Por otra parte, mi tendencia fue ser la mamá de niños-hombre (por suerte, ya no) y eso es tan feo como lo que describís. Por algo se llama "pareja", no?

Un beso, M. Me hiciste pensar un poquito.