martes, 24 de mayo de 2011

No sea cosa

A mamá le gusta hablar de lo que le pasa. Yo odio hablar de lo que me pasa, o al menos odio hablarlo con ella. El martes pasado, por ejemplo, yo tuve un día completa y absolutamente triste desde las nueve cincuenta, que me tomé un colectivo, hasta la madrugada del miércoles. Me acuerdo que ese martes me levanté y desayuné tranquila y el día estaba soleado, con el exacto sol que me gusta tanto. No imaginé, mientras me cambiaba y después mientras desayunaba, que iba a tener un día tan oscuro, pero la cosa es que me subí al 36 y me largué a llorar chiquito, como que se me llenaban los ojos de lágrimas y empezaban a salir pero enseguida se acobardaban. Pensaba en mi hermana. La extraño. Quiero verla. Quiero escucharla. Quiero hablarle, contarle cosas, mostrarle mi departamento. Quiero que esté. Pero no está. Y eso me revuelve las tripas y siento como una invasión de angustia por todo el cuerpo, una angustia que no se va con nada. De vez en cuando tengo días como el martes, días en los que cualquier cosa que veo, huelo, escucho, digo o pienso me hace acordar a mi hermana. Días en los que lo único que quiero es volver el tiempo atrás, decirle que no se vaya de viaje, cambiar el rumbo de la historia, que no haya accidente, que no haya muertes. Que mi hermana esté acá. Los días como el martes estoy, además de maricona, muy malhumorada y antisocial. No se me puede hablar ni puedo reírme. No puedo concentrarme en el trabajo y cualquier excusa sirve para pelear. Los días como como el martes tengo que estar sola.

Ayer la vi a mi mamá y mientras me contaba de su semana mencionó que el martes había tenido un día muy malo, que se había levantado muy angustiada y había estado llorando todo el día. Y a mi me pareció demasiada casualidad, así que le conté que me había pasado algo similar. Y contarle eso fue suficiente para que ella quedara preocupada y hoy me hiciera hablar sobre lo que me había pasado a mi el martes, qué había pensado, qué había hecho, por qué estaba mal, y todas esas preguntas que a mi me molesta contestar, porque no me gustan los interrogatorios, porque cuando estoy mal estoy mal yo, porque cuando estoy mal estoy sola y quiero estar sola y callada, y porque la próxima vez que pase algo parecido, antes de decirle que tuvimos un día de angustia compartida, mejor la voy a abrazar y voy a cambiar el curso de la conversación. No sea cosa.

8 comentarios:

Ivianella dijo...

No sea cosa que vuelva la angustia.

The Exploding Girl dijo...

Es de lo peor cuando invaden tu malestar con su "me pone mal que estés mal", eso sí que no. A mi me pone mal que a vos te ponga mal que yo este mal, porque eso me genera cierta presión para dejar de estar mal cuando aún no tuve tiempo de procesar mi malestar; tengo que cargar con mi malestar y sus derivados + la presión de verme feliz 24/7 para que nadie se preocupe y se ponga mal por mi culpa?
No es negocio, mejor calladita y a descargarse solita o acompañada o con drama favorito.

Anabella dijo...

Es muy fuerte esto.

La_Go dijo...

Me pasa cuando extraño a mi mama, lloro sola a la noche y me duermo en algun momento. Y no lo cuento me lo guardo y lo descargo de esa manera, porque no me sirve contar a lo sumo lo comento.
Los abrazos dicen mucho!
Besos

Sofía dijo...

Me sucede EXACTAMENTE lo mismo con mi madre. Ella esta todo el día renegando quejandose, hablando de lo que le hace mal , lo que no de todo de todo , comparte todo con todos. Yo , por otro lado, no digo nada y cuanto menos preguntes,mejor.
No tegno consejos ya que padezco la misma situacion.

Anónimo dijo...

Sólo al leer esto tengo un nudo en la garganta.

Mi profe de yoga me dijo respirar muy hondo 3 veces e intentar ver algo positivo. Y si no querés hablar con nadie; hacé un diario contando lo que te pasa.

Zin

Anton Cannobal dijo...

Se me hizo un nudito en el pecho, o cuando sentís que te apreta algo ahí ¿viste?
Estoy claramente de acuerdo que cuando uno está mal, tiene que estar solo, porque es mentira que uno supera las cosas si alguien le dice: "va estar todo bien, no te pongas mal". Pura pavada.

¨ce_ dijo...

Yo también tengo días de martes... Por suerte ahora se espacian un poco más.
Abrazo.