lunes, 18 de abril de 2011

Yo brindaría por mi bienestar

Detesto ir a la peluquería. No porque me aburra todo el circo de las revistas de hace quince años, el café medio aguado o los chusmeríos de cualquier tipo. Yo detesto ir a la peluquería porque en cuanto entro a la peluquería me agarra esa locura del cambio de look.

En agosto de 2007, después de casi dos años, entré a la peluquería con el pelo largo por la cintura y le dije a la señora cortámelo por acá, e hice una señal de hachazo por los hombros que para la señora peluquera fue casi un orgasmo y para mi un pasaje al reino de la fealdad. La melenita como yo pensaba que iba a quedarme no era mas que unos pelos cachuzos y cortados rectos, aburridos, con un color de pelo que ná, algunas puntas para afuera y otras para adentro. Y un concubinovio que me dijo te podría haber quedado peor.

En diciembre de 2009, de nuevo con el pelo por la cintura, me dije esta vez invierto, y me fui a una peluquería recontra cool y le dije al señor que me lo cortara desestructurado, corto, despeinado. Y quedé espantosa. Y hablé de eso acá porque realmente me tenía preocupada. Porque pensaba que parecía un hombre. O un perro.

El sábado fui a la casa de mis padres y cuando estaba en el segundo colectivo, el que me deja a dos cuadras, me vi las puntas florecidas y ásperas, como si fueran paja, y pensé que podía ir a la peluquería de toda mi vida. La pelu de Gustavo y Fabián. Entré y estaban ellos, siempre radiantes, y dije que me lavaba y me cortaba. Mientras me lavaba la cabeza pensé varias veces en algo con lo que vengo amenazando hace varios años: corto por los hombros, rulos. Lo pensé en serio, considerando seriamente la posibilidad. Y cuando me senté en el sillón, y Gustavo me preguntó qué quería, alcé la mano para hacer la señal del hachazo, pero me contuve en la última milésima de segundo y le dije algo tranqui, como está pero un poquito mas corto, no mucho, sacame solo lo feo.

Evidentemente, es la primera vez en años que voy a la peluquería y al mismo tiempo estoy bien anímicamente.

12 comentarios:

Ana dijo...

Es problemático cuando intentamos cambiarnos la cabeza empezando por afuera. Creo que a muchas nos ha sucedido...

Ivianella dijo...

nunca voy a la peluquería, mi vieja me corta el pelo, ella que estudio pero no se recibió. No confió en las peluqueras, nunca me hacen lo que quiero y mi vieja es mi vieja.

Pero aprendiste, bien!

Sofía dijo...

La historia de mi vida ! yo siempre termino con cualquier cosa. Entro queriendo rastas y salgo con un carre alisado permanente. Debo siempre hacer una previa mental de la peluqueria, todo un proceso de introspeccion y reflexion conmigo misma y voy con fotos y dialogo armados a la peluquera. Consecuencias de temerse a uno mismo.

tam dijo...

en julio hacen dos años que no piso una peluqueria :)

La_Go dijo...

Lo tuve largo por mucho tiempo y un dia le dije a mi hna DESMECHAME (de aburrida nomas) despues de eso mande gel por 1 semana y a la peluqueria corto corto y no me quedo tan mal despues uno se acostumbra. Hoy el pelo me llega a la cintura despues de 5 1/2 años!!! asi que quedara un tiempo mas y despues vuelvo al corto es mas comodo =)
Besos!

Lola dijo...

las mujeres hacemos catarsis en la pelu, todo pasa por muestro pelo cuando estamos o no d animo

Milu dijo...

Es normal eso jajaj

Milu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pau Go dijo...

Yo hago exactamente lo mismo. Me dejo crecer el pelo y cuando me da el ataque, a los hombros.

Hace un año que vengo con el ataque y las ganas y mis amigos y novio me retienen. No sé cuánto voy a resistir.

Dios, ayudame!

Unknown dijo...

Eso me pasó hace once años (lo del hachazo, y parecer un hombre y toda la bola), sólo que en vez de un hombre, o un casco, parecía un honguito del mario bros, pero sin lo simpático de esas criaturitas.

Consejo que a mi me solucionó la vida: te lo dejás largo. Te hacés una cola de caballo bien arriba de la nuca (ahí donde iría apoyado el libro en equilibrio para aprender a caminar), levantás la cola bien alta, y en el pelo más corto, cortás.

Todo. Así, de una.

Cuando cae, el rebajado es perfecto. Y GRATIS!

Hace once años que un peluquero no me toca el pelo.

Y estoy refelí!

Unknown dijo...

Y por cristo mismo, si lo hacés, contá como te fué!

Pau dijo...

Yo de las ultracagonas que no confían en ningún peluquero, ni el que te cobra 20p el corte o los fashion que te cobran $150 x lavado y corte.
Me han hecho de todo y tengo 'problemitas' para comunicar que quiero cambiar o mejoras el corte, pero sin quedar como un pequinés rollinga. Entonces hace como 2 años que no piso una peluquería y hago lo mismo que dice VaL!. La clave: una buena tijera!