viernes, 2 de julio de 2010

De a poquito fuiste cediendo. Empezaste con rigidez, con dureza, pero con el tiempo fuiste cediendo, fuiste aflojando. Corriste los límites. Ampliaste el territorio. Perdonaste. Hiciste silencio. Dejaste de hacer planteos. Te callaste la boca, y al mismo tiempo te aflojaste, te dejaste caer, dejaste de manejar tus hilos. Dejaste que otro los manejaran por vos. Pero estás a tiempo: hablá, no perdones, hacé planteos, volvé a poner el límite en el lugar que vos querés que esté el límite. Agarrá tus hilos, manejate vos mismo.

2 comentarios:

Miss Bgui dijo...

Tarea para el hogar.

o' dijo...

No entiendo cómo hacés para escribir así... la forma en que lográs transmitir sensaciones...