Soy una ex novia cool. Cuando me dejan lloro y pataleo con mis amigas o conmigo, pero nunca con él. Soy de las que los ayudan a pesar de tener todavía el corazón roto en mil pedazos. Soy la que escucha, aconseja y perdona. Yo entiendo: el amor es así, en un momento puede terminarse, y no hay nada peor que forzarse en seguir estando con alguien a quien uno no ama. Cuando mi ex se mudó dejó mas de la mitad de los muebles, ropa y porquerías acá. No tuve problemas: por un lado yo no tenía casi nada mio, por otro él no tenía lugar donde guardar sus cosas. Me acostumbré a caminar entre las ruinas de lo que alguna vez había sido nuestro hogar. Me acostumbré a sus sillas, a su mesa y a su sillón. Me apropié de la silla de la compu y aprendí a querer esa azucarera que nunca había sido del todo mia.
Hoy mi ex vino a buscar sus cosas. Llamé al flete yo, y el vino con un amigo a cargar todo lo que había quedado acá. A medida que se vaciaba el departamento, yo sentía cómo, finalmente, se acababa todo. Cómo, después de casi seis meses separados, finalmente nos estábamos separando. Seguí cool. Hace algunos meses habíamos guardado con una amiga todo lo que de él había acá. Muchas cajas, todas prolijamente etiquetadas (en esos días, de hecho, un amigo me preguntó por qué tanto amor ordenando las cosas de ese que me había dejado, y yo no supe qué responderle). Casi como su hubiera presentido que el fin estaba cerca. El departamento se iba vaciando, y yo sentía que entre nosotros cada vez había menos. No estaba triste, estaba tranquila. Le recordaba qué mas le faltaba, qué me tenía que dejar. Estaba parada en la puerta, como el día que nos vinimos acá, y miraba cómo sacaban todas esas cosas que alguna vez habían pertenecido a nuestra casa. Me acordé del día de la mudanza: nunca fui tan feliz como ese día.
"Creo que ya está todo" dijo el amigo de mi ex, que me saludó con un beso y salió. Cuando miré a mi ex se me llenaron los ojos de lágrimas. Todo lo ex novia cool que puedo ser se fue al carajo, desapareció. Lo miré y me pregunté por qué: por qué no habíamos funcionado, por qué me había cagado tanto, por qué éramos tan distinos, por qué por qué por qué. Lo abracé, lloré en su hombro, le mojé la remera blanca, le di un beso y le dije que lo quería mucho. Él respondió que también. Miento: él respondió que me quería mas. Y agregó: "¿Justo ahora tenías que ponerte tan linda?". Volví a abrazarlo y volví a llorarle en el cuello. "No estés triste", me dijo. Y yo asentí con la cabeza, porque no podía decir ni media palabra. Lo acompañé a la puerta y lo vi alejarse por el pasillo, con ese andar tan particular y lleno de cancherismo que lo caracteriza. Cuando llegó a la puerta de salida, me miró, levantó la mano, se puso los anteojos, y salió.
Entré a mi departamento ahora desierto. Lloré. Lo recorrí. Lloré. Pensé que estaba igual que los días previos a la mudanza. Lloré. Pensé en cámara rápida en todo lo que nos había pasado en estos cuatro años y medio. Lloré. Fui al cuartito a buscar la reposera, porque considerando que ahora no tengo ni mesa ni sillas ni sillón, era lo único que me quedaba para tirarme a mirar tele. Lloré. La acomodé en medio del living. Lloré. La abrí. Lloré. Cuando me senté, la reposera se vino abajo. Y yo me reí.
Hoy mi ex vino a buscar sus cosas. Llamé al flete yo, y el vino con un amigo a cargar todo lo que había quedado acá. A medida que se vaciaba el departamento, yo sentía cómo, finalmente, se acababa todo. Cómo, después de casi seis meses separados, finalmente nos estábamos separando. Seguí cool. Hace algunos meses habíamos guardado con una amiga todo lo que de él había acá. Muchas cajas, todas prolijamente etiquetadas (en esos días, de hecho, un amigo me preguntó por qué tanto amor ordenando las cosas de ese que me había dejado, y yo no supe qué responderle). Casi como su hubiera presentido que el fin estaba cerca. El departamento se iba vaciando, y yo sentía que entre nosotros cada vez había menos. No estaba triste, estaba tranquila. Le recordaba qué mas le faltaba, qué me tenía que dejar. Estaba parada en la puerta, como el día que nos vinimos acá, y miraba cómo sacaban todas esas cosas que alguna vez habían pertenecido a nuestra casa. Me acordé del día de la mudanza: nunca fui tan feliz como ese día.
"Creo que ya está todo" dijo el amigo de mi ex, que me saludó con un beso y salió. Cuando miré a mi ex se me llenaron los ojos de lágrimas. Todo lo ex novia cool que puedo ser se fue al carajo, desapareció. Lo miré y me pregunté por qué: por qué no habíamos funcionado, por qué me había cagado tanto, por qué éramos tan distinos, por qué por qué por qué. Lo abracé, lloré en su hombro, le mojé la remera blanca, le di un beso y le dije que lo quería mucho. Él respondió que también. Miento: él respondió que me quería mas. Y agregó: "¿Justo ahora tenías que ponerte tan linda?". Volví a abrazarlo y volví a llorarle en el cuello. "No estés triste", me dijo. Y yo asentí con la cabeza, porque no podía decir ni media palabra. Lo acompañé a la puerta y lo vi alejarse por el pasillo, con ese andar tan particular y lleno de cancherismo que lo caracteriza. Cuando llegó a la puerta de salida, me miró, levantó la mano, se puso los anteojos, y salió.
Entré a mi departamento ahora desierto. Lloré. Lo recorrí. Lloré. Pensé que estaba igual que los días previos a la mudanza. Lloré. Pensé en cámara rápida en todo lo que nos había pasado en estos cuatro años y medio. Lloré. Fui al cuartito a buscar la reposera, porque considerando que ahora no tengo ni mesa ni sillas ni sillón, era lo único que me quedaba para tirarme a mirar tele. Lloré. La acomodé en medio del living. Lloré. La abrí. Lloré. Cuando me senté, la reposera se vino abajo. Y yo me reí.
15 comentarios:
Ojalá que puedas mirar definitivamente hacia el futuro y dejar esto atrás. Me enterneciste y, por razones que no viene al caso contar en público, me diste una sana envidia. Te mando un beso grande.
ALE
Que paradójico me suena cuando leo lo que contas...yo estuve del otro lado, fui el ex que fue a buscar sus cosas, no hace mas de 3 meses....y creeme que para ese lado tampoco es fácil...aunque la sensación de haber cerrado un capitulo en la vida a la larga se hace cada vez mas gratificante......
Beso
Pablo.
P.D: Esto también pasara.....
...era temprano...empece a desembalar, cada caja, contenta al principio...todo nuevo!! ..cada cosa que sacaba me hacia acordar el fin que habia tenido cuando compre cada una de ellas..vivir con él... y si bien era conciente que habia sido mi elección separarnos tambien sabía cuanto me dolía saber que no habiamos funcionado...
te quiero y te entiendo mas que nadie.
besos amiga!
me gusta como redactas las cosas, los detalles se hacen muy visibles al leerlo, ya vendran tiempos mejores, nos leemos!
Por favor, no dejes NUNCA de sentir con esa intensidad.
Gravíasimo si no hubieras sentido nada.
Te dejo un abrazo grande.
Se cierra una historia y comienzan mil más.
That´s life.
Te reiste! Eso es una buena señal.
Besos y más risas para ti.
ya esta, no hay mas nada porque llorar.
The end.
caput!!!
ahora es el momento de prepararte porque se viene una nueva vida de inmensa tranquilidad, paz y seguramente felicidad
Mily ;)
"¿Justo ahora tenías que ponerte tan linda?". jaj, que forro.
Quien no h allorado por un hombre ( en caso de ser mina) yo siiii!!
Me senti muy identificada con lo de la "ex cool"... Y creo que no hay mejor manera de cerrar una historia que la que contaste. Lo mejor está por venir!!!
Un besote!
"¿Justo ahora tenías que ponerte tan linda". Señora Ramera, permítame decirle que ese señor que vivía con usted es un perverso y reverendo hijo de puta. Se parece too much al ex del personaje de Kate Winslet en "El descanso".. usted sabe que pelicula y que personaje estoy aludiendo...
Arriba ese ánimo!!!
Señora Filiz
Qué triste, me removiste emociones y recuerdos. Me sentí muy identificada.Muy buena redacción.
Eso de llorar y reír sobre el final te hace muy humana, bastante estoicamente te bancaste todo!
Y sí, la risa siempre llega y con el tiempo uno ríe cada vez más. Ánimo!
Sole
lei tarde el post pero no importa, casi me cae una lagrima por haber pasado algo parecido hace pokito, saludos!
Y yo, lloré al leer éste post.
Maldito SPM..
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