Tenía 16 y era verano. Fue uno de los veranos en los que trabajé en la colonia. Ese día tenía puesto un shortcito de jean, una camisa a cuadritos celeste y blanca, abajo la malla colorada. Zapatillas topper. El pelo por los hombros, controladito y rubio, y una vincha verde. En la muñeca, tenía un asterisco dibujado con indeleble. Cuando despedí a las criaturitas infernales, me subí a la bicicleta playera roja y pasé por su casa. Nos sentamos en la vereda y comimos helado. Él me cantó este tema. Era la primera vez que me dedicaban un tema. Yo me enamoré.
Después, obviamente me rompió el corazón.
3 comentarios:
Ese tema me va a gustar hasta el día en que me muera. Como cualquier cosa escrita por James Morrison. A lo mejor debe ser porque también me enamoré de una minita escuchando su música. Un saludo.
Vos también laburaste en una colonia y escuchabas los Doors. La puta, qué poco original me estoy sintiendo.
Ya somos tres los que laburamos en colonia y escuchamos The Doors
Estefy
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