Le dije a una amiga, con tono triste y casi al borde de las lágrimas: "Necesito que alguien me lleve el desayuno a la cama. Alguien que no sea mi madre".
Y la santa me invitó a dormir a su casa, y el domingo a la mañana me trajo el desayuno en una bandeja. Llovía.
Y la santa me invitó a dormir a su casa, y el domingo a la mañana me trajo el desayuno en una bandeja. Llovía.
6 comentarios:
Una dulce...
Awwww! :)
Nunca la dejes ir. =)
Besos a tu amiga.
Sorry, pero se los re merece.
Ok. Uno para vos, too.. :P
Que grossa!
genia mi amiga, genia total
Quiero una amiga asi!!
Divina!!!!
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