jueves, 15 de abril de 2010

El día que empezás a chusmear en la panadería

Yo te advierto: la mutación de joven exitosa, trabajadora, bonita y divertida a vieja gorda en batón y ruleros no avisa, no toca el timbre ni pide permiso. Pasa directo. La mutación es atolondrada y repentina. Se lleva todo por delante y te deja culo pa´l norte. Te olvidaste de la belleza y la jovialidad y entraron en tu rutina cotidiana el té de boldo y las tres o cuatro almohadas para mirar televisión y el dolor de cintura a la mañana, oh, qué dolor, debo haber dormido toda doblada.

Asi es como un día, te ves a vos misma pero ya no sos la misma. Estás en la panadería, pidiendo criollos (o libritos, diría mi madre) y mientras con la boca decís "dame esos, y esos, los blanquitos" y preguntás si los hicieron hoy, con los oídos estás tratando de escuchar lo que cuenta la cajera de la panadería. Lo que cuenta involucra un policía, una señora de campera amarilla (la cajera se acerca a la puerta y señala la vereda de enfrente y hay una señora de campera amarilla y dice "esa es, la de campera amarilla", después vuelve a la caja), un policía que escuchó los gritos, un "raterito" que salió corriendo. No entendés bien si estamos hablando de ahora o de hace un rato. Si el robo se concretó o fue un amague. Escuchás que hablan de los chicos que siempre se sientan a tomar unos drinks en la casa de al lado, uno de ellos tiene muleta y nunca, jamás, te dijeron algo desubicado. Pero al parecer, por lo que escuchás, pero no entendés del todo, son cómplices. Entonces hay: panadería, intento de robo, policía, señora de campera amarilla, cómplices, "ratero". No entendés la historia. Y como no entendés y te morís por entender, agarrás tu bolsita con el cuarto de criollos, caminás a la caja y ahí sí, aceptando que todo lo jovial que fuiste alguna vez va a desaparecer, te acodás en el mostrador y preguntás, como quien no quiere la cosa, mientras buscás cambio en la billetera: "¿Qué pasó?".

14 comentarios:

Viejex dijo...

Y la terminás de cagar cuando -tras oír la historia, fruncir la boca y girar levemente la cabeza a izquierda y derecha alternativamente- finalmente decís el consabido "que barbaridad!"

Meli dijo...

jajaajajajajajajaajajajajaja

lali balbi dijo...

qué bien qué escribis qué bien

Carloncho dijo...

Adorada lámpara de sabiduría:
Tú eres la juventud eterna. Tú tienes a tu servicio al indomable Cronos. Eres inmutable y perfecta.
Jamás el tiempo gastará tu belleza, jamás entrará Ponds Antiage a tu vanitory.

Laura dijo...

O como dijera mi concubina:
¡QUE HoRRRor!

carlos dijo...

sos una mujer hermosa besos m

Wayne dijo...

Este es el tipo de de posts que hace algo tan grandioso y placentero, es genial. Y el remate, digno remta dolinesco que amerita ser seguido de un "pausa".

Unknown dijo...

Excelente post!

LeO dijo...

Todavía tenés billetera y no monederito? Entonces aún no se pierde la esperanza...

Miss Bgui dijo...

Jajajajajajajajajajajajajaja te imaginé tanto! TANTO!

Impecable tu redacción, como siempre. Hasta me sentía la señora de campera amarilla por un momento (?)

Besos, linda!

Anónimo dijo...

Jajajajaajaj
pero si esa soy yo!!!!!

Mily ;)

La Sortijera dijo...

Buenisimo! Es totalmente cierto. No te sentiste como más parte del barrio, como haciendo lazos con la comunidad? La comunicación no te abrió nuevas puertas?

Tuve una escena similar pero en la peluquería... parece que en el piso de color se habían agarrado dos a las piñas, y también, esperaba un patrullero afuera, y yo con mi billetera, pagando, pregunté exactamente lo mismo que vos!
Besos y buen post!

Sil dijo...

De dónde sos? Por lo de los criollitos, parece que no existieran en otro lugar fuera de Córdoba.

Saludos y te sigo leyendo!

Anónimo dijo...

SOS UNA GROSA