Los domingos a esta hora están bien. No importa si recién te levantás o ya hiciste doscientas cosas. Si sos soltera, y estás sola, a esta hora todavía está bien. Terminemos con el mito: la mayoría de las solteras solas no salimos a pasear los domingos. Piyameamos tranquila. Comemos alguna cosa rica. Alternamos cama, cocina, computadora, televisión.
Yo la paso bien, a esta hora, siendo soltera sola, un domingo. Disfruto de mi casa. Me gusta mirar programa de televisión repetidos. Hoy, por ejemplo, está la maratón de la tercer temporada de Lost, la última que estuvo enteramente copada. Tomo mates y como tostadas. Me peino. Cada vez que voy de la cama a la cocina me miro en el espejo del baño porque ahora tengo espejo en el baño, y me veo linda. Hago listas de cosas que tengo que hacer en la semana, escribo. Escucho música. Duermo de a ratos. Está bueno, ser soltera y estar sola, a esta hora, un domingo.
Pero un rato, y lo sé anticipadamente, las cosas no van a estar mas buenas. En un rato, tipo seis y media de la tarde, me va a agarrar un bajón y una sensación de soledad que va a oscurecer todo mi día. Y no va a importar si me agarra en el medio de una película o en el medio de un cuento, lo único que voy a querer hacer va a ser acostarme en la cama, taparme hasta la cabeza y llorar como una condenada porque no puede ser que esté tan sola. Ojo: se pone peor. Tipo siete de la tarde, cuando las lágrimas ya no son tan gordas y los sollozos mas tranquilos, voy a manotear el celular y llamar o mensajear a alguien a quien sé no le importo demasiado, voy a esperar la respuesta que no llegará. O, llegará, pero no con el contenido esperado. Voy a reptar como si fuera un zombie. Voy a querer comer todo a la vez. Voy a hacer zapping por toda la programación. Voy a putear. Voy a llorar. Y después se me va a pasar. No voy a tener mas ganas de llorar, ni voy a recordar por qué lloraba tanto en un primer momento. La semana pasada, después del bajón dominguero, me puse a hacer una guirnalda que quedó preciosa, y terminé el día mirando una película genial.
El bajón dominguero es así: pasajero. Un rato. Es desierto y oscuridad. Es silencio en el ambiente. Una cabeza que no para de hablar. Cigarrillos non stop. Coca sin gas. Ojos hinchados. La comida mas amarga que hayas probado. La película mas triste que hayas visto. El olor mas desagradable. Es inevitable. Pero pasa. Porque no es un estado, es una situación.
Yo la paso bien, a esta hora, siendo soltera sola, un domingo. Disfruto de mi casa. Me gusta mirar programa de televisión repetidos. Hoy, por ejemplo, está la maratón de la tercer temporada de Lost, la última que estuvo enteramente copada. Tomo mates y como tostadas. Me peino. Cada vez que voy de la cama a la cocina me miro en el espejo del baño porque ahora tengo espejo en el baño, y me veo linda. Hago listas de cosas que tengo que hacer en la semana, escribo. Escucho música. Duermo de a ratos. Está bueno, ser soltera y estar sola, a esta hora, un domingo.
Pero un rato, y lo sé anticipadamente, las cosas no van a estar mas buenas. En un rato, tipo seis y media de la tarde, me va a agarrar un bajón y una sensación de soledad que va a oscurecer todo mi día. Y no va a importar si me agarra en el medio de una película o en el medio de un cuento, lo único que voy a querer hacer va a ser acostarme en la cama, taparme hasta la cabeza y llorar como una condenada porque no puede ser que esté tan sola. Ojo: se pone peor. Tipo siete de la tarde, cuando las lágrimas ya no son tan gordas y los sollozos mas tranquilos, voy a manotear el celular y llamar o mensajear a alguien a quien sé no le importo demasiado, voy a esperar la respuesta que no llegará. O, llegará, pero no con el contenido esperado. Voy a reptar como si fuera un zombie. Voy a querer comer todo a la vez. Voy a hacer zapping por toda la programación. Voy a putear. Voy a llorar. Y después se me va a pasar. No voy a tener mas ganas de llorar, ni voy a recordar por qué lloraba tanto en un primer momento. La semana pasada, después del bajón dominguero, me puse a hacer una guirnalda que quedó preciosa, y terminé el día mirando una película genial.
El bajón dominguero es así: pasajero. Un rato. Es desierto y oscuridad. Es silencio en el ambiente. Una cabeza que no para de hablar. Cigarrillos non stop. Coca sin gas. Ojos hinchados. La comida mas amarga que hayas probado. La película mas triste que hayas visto. El olor mas desagradable. Es inevitable. Pero pasa. Porque no es un estado, es una situación.
7 comentarios:
ja! Tal cual!! me pasa igual. Garronazo eso de estar aburrida y sola y terminar llamando a algún chongo que sabés que no va a estar disponible (para vos) y te va a hacer sentir más sola y deprimida, pero bueh...lo sabías por anticipado pero igual lo tenías que corroborar, no? Al fin y al cabo no había nada mejor que hacer durante las 18 y las 20 hs. Y sí, es un estado temporal, es como una lluvia de verano, como ese nubarrón que se lo lleva el mar, pasa, pero mientras está sobre tu cabeza, el mundo se ve gris, gris, gris.
Besos!!
Acabás de describir mis domingos desde hace un mes por lo menos o más. Todos se repiten de la misma manera.
Ahora son las 16:15 y estoy bien. A las 19:00 si estás por ahí, lloramos juntas.
Pero pasa eh. Mañana, claro.
Besos!!!
cada vez te leo con mas ganas esto que escribiste es buenisimo , pero arriba se puede salir un domingo por ahí auqnue sea una vuelta manzana
te leo!
piensa en los buenos momentos de tu vida sal a caminar por ahi y olvida todo lo malo de tu vida y ve lo bueno de la vida ojala mejores el animo ese es mi deseo muchos besos m
Entenderlo, saber que es pasajero, que no conviene hacer planes para el período 17-21 hs del Domingo, debería ayudar a pasar el mal trago.
Pero no, no?
Por eso trabajo los domingos...
De algun modo, siento que no son tan domingos. (?)
Duermo mucho tb, me escapo. (todo el día).
Decí que estoy en la Patagonia, sino organizo una juntada masiva de solas y domingueras!!
Salutti,
y gracias! no estamos tan solas con relatos como este...
Beso,
ceci
che, fue el dia de mi cumpleaños.
para el orto la pase.
Publicar un comentario