domingo, 30 de junio de 2013

16 / Barcelona de nuevo. Día 07: Chau, Barcelona

Finalmente pudimos conocer por dentro la iglesia de Santa María del Mar. Es impresionante pero ya estoy podrida de ver iglesias y cosas católicas (aunque ésta, en particular, tiene algo llamativo en comparación con las otras: es austera, montones de concreto y cemento y casi nada de ornamentación).

En un shopping como cualquier shopping compré algunas cosas en H & M y prácticamente se convirtieron en mis únicas compras en todo el viaje, no porque no quiera comprar sino porque nada me convence del todo: lo que es lindo y original es caro y lo barato es lo mismo que hay en la calle Avellaneda.

Se termina Barcelona y eso significa que todavía tenemos mucho viaje por delante pero también que a partir de ahora ya no escucharemos a nadie hablar en español. Ya sacamos los pasajes para lo que resta del viaje:

-El 13 por la mañana volamos a Bruselas (este ya lo habíamos sacado en Buenos Aires y nos salió menos de 500 pesos a cada uno).
-El 19 vamos en tren a Londres (62 euros cada uno).
-El 24 vamos en tren a París (175 euros cada uno, el pasaje más caro en la historia de todos los pasajes).
-El 26 a la noche vamos en micro a Berlín (80 euros cada uno, DOCE horitas arriba del micro).

Barcelona me encantó, me acostumbró y me abrumó. Los últimos días sentí una cotideaneidad con la ciudad que no sé si llegaré a sentir con las demás ciudades, salvo con Berlín (ojalá suceda con Berlín, es el tramo del viaje que más espero).

Para una primera visita a Barcelona yo recomendaría lo que recomiendan todos: perderse por las callecitas del Gótico y del Raval, comer muchas tapas y tomar mucha cerveza. Caminar y entrar a cualquier barcito, tomar algo, seguir caminando, entrar a otro, tomar otra cosa y así. Barcelona es ideal para conocer con amigos, los días y las noches son interminables y siempre hay algo para hacer en la ciudad y cuando ya quedan pocas cosas siempre se puede ir a mirar el mar. Barcelona está siempre viva, a veces demasiado viva, está siempre llena de gente, a veces demasiado, pero es encantadora, con todo lo que es, con todo lo que tiene para ofrecer.

1 comentario:

Nuri148 dijo...

Qué pena que no pudieron ver la casa de Dalí, y que bueno que pudieste conocer Sta Maria del Mar. Yo siiempre que voy le prendo una velita a la Virgen de Montserrat que está en una de las capillas de la izquierda (mirando hacia el altar). El gótico catalán se destaca precisamente por su austeridad de formas con respscto al gótico del resto de Europa.