Yo le decía algo como:
Tengo miedo. Nunca mas en la vida me voy a enamorar. (pausa dramática). NUNCA. Soy como un señor malo que nunca se enamora. Que sufrió una o dos o tres veces por amor y tiró la toalla. Masculinicé mis sentimientos. No tengo mariposas en la panza ni me late fuerte el corazón cuando tengo cerca a alguien que me gusta. Me hice macho. Pero de esos machos que no se enamoran. Que juguetean y la pasan bien. No quiero que me pase eso. Me voy a morir si me pasa eso. (pausa dramática). ES LA MUERTE. Estoy agonizando. Sin amor uno se muere, y yo creo que me quedé sin amor. Sino, no se explica. Sola voy a quedar. Y me voy a creer que sola estoy bien. Voy a "ser sola" y yo no quiero "ser sola". Yo quiero necesitar a alguien. Quiero decir "te quiero", quiero escuchar "te extraño". No me va a pasar. Estoy segura. Al macho en el que me convertí no le suceden esas cosas. El macho a lo sumo, como mucho, en un exceso de bondad, dice "yo también". No quiero ser del grupo del "yo también". ¿Entendés? ¿Vos entendés que me estoy muriendo?
Y ella, al otro lado del teléfono, me respondió:
Primero: cachetada virtual. Segundo: disfrutá y dejá de hablar pelotudeces. Tercero: No seas María la del Barrio. Cuarto: ¿No será que tenés miedo a enamorarte y no miedo a no enamorarte mas?
Y todo volvió a la normalidad.
Tengo miedo. Nunca mas en la vida me voy a enamorar. (pausa dramática). NUNCA. Soy como un señor malo que nunca se enamora. Que sufrió una o dos o tres veces por amor y tiró la toalla. Masculinicé mis sentimientos. No tengo mariposas en la panza ni me late fuerte el corazón cuando tengo cerca a alguien que me gusta. Me hice macho. Pero de esos machos que no se enamoran. Que juguetean y la pasan bien. No quiero que me pase eso. Me voy a morir si me pasa eso. (pausa dramática). ES LA MUERTE. Estoy agonizando. Sin amor uno se muere, y yo creo que me quedé sin amor. Sino, no se explica. Sola voy a quedar. Y me voy a creer que sola estoy bien. Voy a "ser sola" y yo no quiero "ser sola". Yo quiero necesitar a alguien. Quiero decir "te quiero", quiero escuchar "te extraño". No me va a pasar. Estoy segura. Al macho en el que me convertí no le suceden esas cosas. El macho a lo sumo, como mucho, en un exceso de bondad, dice "yo también". No quiero ser del grupo del "yo también". ¿Entendés? ¿Vos entendés que me estoy muriendo?
Y ella, al otro lado del teléfono, me respondió:
Primero: cachetada virtual. Segundo: disfrutá y dejá de hablar pelotudeces. Tercero: No seas María la del Barrio. Cuarto: ¿No será que tenés miedo a enamorarte y no miedo a no enamorarte mas?
Y todo volvió a la normalidad.
10 comentarios:
Che que algunos hombres tambien tienen sentimientos, los que se creen machos les dicen gays.
Mucha telenovela M.
Afloje con eso, m'hija.
Valiente es el que se sobrepone al miedo. El que no siente miedo es apenas un inconsciente.
Recuerde lo que decia don F. L. Bernardez, moquee lo necesario (no más que eso, no se entretenga en esa práctica) y arranque de nuevo, caramba.
por supuesto que los hay. y no lo niego en ningún momento. sólo comparé con los que no se enamoran, que es como una sub especie
Fuerte ese aplauso para la amiga
me enamoré de tu amiga!
Seguro, pero seguuuuuuuuuuuuro que es fanática de House, no puede tener tanto cinismo y sabiduría tan bien afilada.
Ni tener miedo a enamorarse ni miedo a no enamorarse .. simplemente no pasa naranja
Jajajaja, ayyyy, yo soy ambas!! Cuando me exceso con el melodrama me bajo de un ondazo yo solita procurando no seguir con la paja mental!
Muy bueno!
Ay, mujer, a veces me asusta leerte porque parece que lo hubiese escrito yo misma!!
Te banco :)
Hace poco tuve una crisis y el consecuente planteo similares... Ahora me vengo a enterar que no es tan grave, que sólo es parte de ser minita!
Claaaaaaaaaro... es una última oración GENIAL!!!
Publicar un comentario