Vivir solo y querer desayunar en la cama es una combinación que no funciona. Para desayunar en la cama tenés que levantarte sí o sí, prepararte todo y volver a acostarte con la bandeja lista. Es un quilombo.
Y ni te cuento si se te ocurre querer una facturita o un bizcochito de tu panadería amiga: una vez que te calzaste unos pantalones y saliste a la calle, volver a meterte en la cama va a parecerte un desperdicio.
7 comentarios:
Y no encuentra quien le prepare el desayuno???
deberíamos tener robots
Pero si te cuesta levantarte, es un buen incentivo ;)
Yo me ofrezco! ;)
Te cobro una factura de comisión nomás! (?)
Tal cual!!!! Lo que daría por tener a alguien que baje a comprarme los criollos así yo puedo quedarme tapada en la cama!
Por eso, hay que ser previsora e ir a comprar las facturas o los bizcochitos el sábado a la tarde :p
concuerdo con el de los robots!
Publicar un comentario