Me encanta esa sub-especie humana que, simbólicamente, practica algo en el colectivo. Se da muchísimo entre músicos y bailarines, que practican instrumentos o coreografías respectivamente. Los primeros practican preferentemente teclado, piano o percusión. Sus piernas se convierten en el instrumento, a veces llevan los palitos y se golpean de manera animal, como si realmente el muslo fuera un platillo. Los pianistas y tecladistas, en cambio, establecen un teclado imaginario que no sólo está en las piernas sino también en el espacio que queda entre ellas: ahí también hay teclas, ellos las tocan. Después están los que leen partituras, que en la escala del practicante simbólico son los que menos me divierten porque no hacen demasiado con el cuerpo. Y mis preferidos, los bailarines y bailarinas. Sus auriculares escupen la música de la coreografía, a los demás nos llegan algunos sonidos sueltos, si tenemos suerte podemos adivinar el tema que están bailando. Cuentan compases, mueven las manos exageradamente pero casi sin moverlas del lugar. Los hombros, la cabeza, para un lado, para el otro. Movimientos exagerados pero casi imperceptibles. Expresiones sensuales pero no tanto. Golpes en los muslos. Yo los veo ahí, moviéndose un poco, tocando un piano invisible, contando compases y equivocándose y volviendo a empezar. Ese piano que no veo es, para ellos, un Steinway hermoso y lustrado, o es un escenario, lleno de luces y aplausos. Para ellos no es un viaje en colectivo, es cualquier otra cosa: una sala de ensayo, una zapada con amigos, una coreo de fin de año, la felicidad. Por eso me encantan.
Buscalos, encontralos,
te van a hacer feliz a vos también
21 comentarios:
Presente! Yo soy de las que lee partituras y últimamente, debo confesar, perdí todo el decoro y solfeo en voz alta también. A diferencia tuya, mi querida M., los pasajeros son en su mayoría amargos que me despachan miradas desaprobadoras.
jajaja yo muevo la patita todo el día, toco la batería imaginaria :P jaja
yo soy la orquesta humana jajajaja te bailo, te canto (en silencio, tampoco da para hacer sufrir a la pobre gente que viaja conmigo) y te toco la bateria o a veces hasta la air guitar... y si, me hace feliz! jajaja
soy de las que toca un piano invisible y mueve la cabeza.
Soy de las que pasan del piano a la guitarra a la bateria al baile jajaja y coincido con la niña z, sos la unica que no hace miraditas desaprobadoras jajaja
Mis acordes en la viola inundan el transporte en que este viajando. No lo puedo evitar, algunos siempre se escapa.
No puedo sacarme la costumbre de cantar en voz alta.
La sociedad puede odiarme.
Bueno, yo bailo y canto mientras lavo los platos. Sirve?
que divino tu post! que suerte que te encante,yo he practicado coreografías en los bondis, en los bancos de plaza también. cuento los tiempos, me visualizo bailando,marco los pasos preocupándome de que los movimientos no resulten demasiado raros para los que miran. y si voy con compañeros, es la felicidad total! repasar la coreo mientras caminamos por la calle y nos miran antipáticamente.
Es uao de los escritos mas lindos que te lei, me maravillo, me hizo feliz saber que a alguien lo hace feliz la felicidad ajena, me sacaste una gran sonrisa.Sos grosa M.
Exitos. y besos grandes con cariño de una lectora muy fiel.
El colectivo es mi lugar favorito para crear coreografias
Qué lindo! A mi tambien me encanta, me ponen de buen humor. Y debo confesar que aunque no soy ni musica ni bailarina, a veces en los colectivos puedo parecerlo: con el ipod y mi musica me resulta casi imposible no moverme un poquitito y a veces hacer como que canto.
Por la calle sí me animo a cantar más, total si la gente me escucha y me mira como si estuviera loca, a los 2 seg ya no me ven más ;)
Soy de las que imaginan un piano. Me creo Cleiderman por un segundo, luego recuerdo que la clave de fa todavía me cuesta demasiado. JAJA
No creo que sean una sub-especie. Tal vez una supra-especie.
Yo soy de las que van con el Steinway en el colectivo, dónde más podría tenerlo? mi pierna derecha es el metrónomo, la izquierda marca acentos, la mano derecha hace las notas, la mano izquierda le pone pausa al mp3 para ver cada tanto si no me suena el celular.
Y cuánta razón tiene doña M, cuando uno aprende a buscar a los que ensayan en los colectivos, el viaje se vuelve cualquier cosa, menos un viaje en colectivo.
Salutaciones!
Yo soy de los que practican pasos de tango, aunque esté sentado. Tengo que tener cuidado, porque en un tipo de 58 años cualquier fuera de norma es ridículo, así que las aberturas se miden en milímetros, los giros son apenas insinuados y la música es apenas un ritmo entre la garganta y la nariz.
Muy positiva che! Me encantó esta entrada :)
Soy de las que bailo a la mañana. Y canto ( hago la la mimica con la boca) a la noche. No sé por que esa diferencia entre los momentos del día pero ahora que me lo puse a pensar, es así.
Beos y gracias por tus posts
Yo soy de las que van en el micro con su linda carpeta de partituras intentando recordar que le dijeron que habia cambiado y mientras recuerdo los pasos de la importante presentacion de fin de año, lamentablemente la gente suele mirarme raro jaja.
mmm... guarda de los bailarines. En mis años mozos varias personas sufrieron pisotones y golpes diversos mientras repasaba coreos en el viaje.
soy bailarina y coreógrafa y no hay espacio más reconfortante que un colectivo, un subte o un tren para la creación!! me emociona cada vez que tengo que hacer un viaje de más de 10 minutos, porque siento que ese es mi momento!
gracias x el post!
besos!
Publicar un comentario